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Bueno, desde que estoy aqui ando un poco perdida de lo que pasa por la Madre patria, pero el otro dia me entere de que se ha organizado la revolucion por las fotos de la fotografa canadiense Jill Greenberg. Es famosa por su fotos de publicidad y ha gando varios premios internacionales por ello, pero no es demasiado conocida fuera del mundo de la fotografia. Ahora ha saltado a la fama por una exposicion de fotografias de ninos llorando. La gente, que se aburre mucho, se ha puesto frenetica porque ha hecho llorar a los ninos para ganar dinero con sus fotos y equiparan esto a la pederastia o al abuso de menores.
No se a vosotros pero a mi esto me huele bastnte a campana publicitaria. Las fotos no son nada del otro mundo, normalitas, diria yo, el retoque digital, que ha hecho famosa a la fotografa queda muy bien en fotos publicitarias pero aqui queda pelin excesivo y los ninos parecen marcianos. Para maquillar la exposicion con un toque de profundidad les hapuesto a las fotos nombres como Tortura, El Gran y Viejo Partido Politico, oracion, Fe,...y la exposicion se llama End Times. Para la autora "... representan una metafora sobre el duelo en el que elmundo se halla sumido por la politica de la Administracion de Bush y por elpoder de los sectores religiosos de derechas en los Estados Unidos ...." Resultado: si no es por el kilombo que se ha organizado en los EEUU no vende ni una foto.
La pagina web de la Galeria que expone la coleccion (http://www.paulkopeikingallery.com/artists/greenberg) se ha forrado de visitas y han vendido todas las copias de la mayor parte de las fotos que ya os digo que no me parecen como para gastarse uno pasta en ellas. Aqui os dejo una para que veais y podeis verlas todas en la pagina de la galeria. Por cierto, ahi podeis encontrar algunas fotos bastante mejores.
1 comentarios:
Acabo de ver las fotografías y me parecen horribles, más que nada porque en lugar de fotos parecen dibujos. Yo diría q no ha hecho llorar a ningún niño, sólo ha hecho dibujos de niños llorando pero no son reales.
Vaya revuelo por nada.
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