Parece increíble de lo que son capaces algunos de los “representantes de Dios en la tierra”. A veces nos echamos las manos a la cabeza por lo que los musulmanes hacen en nombre del Islam, y no hablo solo de las bombas y los atentados; nos cuesta entender que una mujer cubra su cabeza como símbolo religioso de igual modo que yo llevo una cruz al cuello, pero no vemos, o no queremos ver lo que hay en nuestra propia casa.
Que un ser humano, nacido, criado, y educado en un país desarrollado haga unas declaraciones de este tipo causa pavor, pero que ese ser humano sea un obispo, de los que organizan manifestaciones contra el aborto y a favor de la vida, que se rasgan las vestidura porque se les recortan los fondos estatales (aunque los fieles estén llenando sus arcas más de lo que estaban antes) provoca además vergüenza ajena, rabia e ira y demuestra una vez más, que estos señores son, ante todo, grandes empresarios, más preocupados por mantener sus fuentes de ingresos, que `por emplear estos en lo que se supone que es su fin.
Esto ha dado pie a que un famoso locutor de radio, Rush Limbaugh (versión norteamericana de nuestro Don Federico Jimenez Losantos) se haya puesto en pie de guerra, pidiendo a los ciudadanos que hagan donativos para ayudar a los haitianos ya que lo más probable es que Obama los emplee para financiar su próxima campaña electoral y a los burócratas de Washinton. Pongo el vínculoo y así os leéis el artúlo con las explicaciones que da el mozo después:
http://www.nydailynews.com/news/politics/2010/01/15/2010-01-15_rush_limbaugh_haiti_earthquake_comments_are_really_stupid_says_white_house_press.html
1 comentarios:
Yo renegué de la religión hace tiempo, no solo de la cristiana, sino de todas. En nombre de la religión se han cometido las mayores atrocidades de la humanidad.
Publicar un comentario